domingo, 18 de agosto de 2013

¿Para que sirve la pareja?


Me ha costado responder a esto. Porque yo pienso que la pareja es algo bonito, pero que no debe ser un obstáculo para quien quieres ser.

Entonces, ¿para qué? me he preguntado. ¿Para apoyarte como un padre? ¿Para quererte como una madre? (viceversa) ¿Para ser tu confidente como un herman@? Todas esas funciones son variables, entre amigos, familiares y pareja es como suples todas tus necesidades, y no son esos roles exactos, no creo que exista alguien tan absoluto que englobe todo los roles y ventajas y desventajas de la compañía.

Entonces he pensado que quizás aporta el rito, el habituamiento. De tener tu casa compartida, de tener los dos cepillos de dientes en el baso, de dormir con alguien, el sexo obviamente, como si solo fuesemos pequeños obsesos del hábito...para combatir la ansiedad de la soledad.

Después he pensado mas biologicamente, que es mucho mas inútil: "para tener hijos" bah, pa eso no hace falta. Primero porque hoy día la figura de la familia no es tan clara como antes, se permite de todo. Madres de alquiler, ligues de una noche, parejas de homosexuales (lo digo por lo del embarazo eh? xD), osease, la pareja ya no tiene una función de perpetuar tu especie. Además, yo adoptaría a algún pobre crío de un orfanato huérfano de guerra, antes de dejar preñada a cualquiera, porque ese hijo no nato no es infeliz, pero esos niños si lo son.

Al final me he planteado si sencillamente es un convenio social, si no tiene valor en si. Si no tiene mas que el terror de morir solo. Si podría vivir sin convivir con nadie jamás, vividor follador como se suele decir xD y no "amar", eso que separamos del afecto entre amigos o familiares, amor, como si fuese otra sustancia. Y yo no creo que sea eso...el afecto es el afecto. Así que, no sirve para nada? No puede ser, todo tiene su lógica.

Entonces he pensado en lo que duele a veces estar con los demás. En como, las veces que más solo me he sentido, han sido rodeado de extraños. Y entonces lo he entendido...

La pareja te libra de un sentimiento de soledad mucho mas rudo que el de la no compañía materialista por así decirlo. Tu pareja es tu espectador, porque te conoce. No solo buscamos sentirnos queridos, ¡también comprendidos! ¡Te libra de la incomprensión! ¡De la carencia de sentido!. ¡Te dota de todo el sentido, porque ya tienes alguien que es espectador del todo tú! Por eso amamos lo similar, y lo buscamos. ¡Cuantas veces habrá empezado una relación por un "cuantas cosas tenemos en común"! ¡Y cuantas personas se han quitado la vida al desaparecer esa persona que lo era todo, porque era ellos mismos también! ¡Que horrible debe ser verse desaparecer! Una vez le dije a un chica que el mejor espejo en el que podría mirarse, era su amante. se lo dije de corazón, sin pensarlo mucho Y que razón tenía. Buscamos alguien que nos vea tal cual somos...

...la pareja sirve para no sentirte un extraño por una puta vez en tu vida.

L.G


lunes, 12 de agosto de 2013

palabras...


Las palabras no existen cuando nadie puede escucharlas. Para eso sirven.

Fíjate, ya olvidaste lo que pensaste ayer, no lo que hiciste.

La gente que esconde sus palabras en pensamientos no encuentran el sentido, porque si lo buscas, buscas a los demás.

No temas decir lo que piensas. No eres engreído, eres valiente por querer existir.

L.G


martes, 30 de julio de 2013

Crimson Queen


El vidrio frío rompió en mil pedazos contra el blanco mármol, y esa blanca reina, que en su blanco castillo habita, grita de ira. 

Sus fríos rasgos no detienen su estridente grito. Su furia, contra su blanca prisión, contra su blanca piel, no conoce límites. Desde su blanco trono, desde su blanco altar de perlados modales, grita. Y rompe su grito los irisados cristales.

En esos vidrios se refleja ahora  la reina, cruel transparencia, tan vacía como la niebla, tan pura sin sentido, tan tristemente sola. Ella deja pasar la luz como esos enormes ventanales, y su corte confunde, y piensa que brilla cuando tras ella el contraluz le dispara su elegante blanco,  porque la luz no puede atrapar, los rayos la atraviesan como si nada fuese, como si nada tuviese, como si nada retuviese.
Pero retuvo. Vaya si retuvo. Retuvo y ella lo sintió desde el principio, fuera cual fuera. Retuvo sus lágrimas cuando la luz cegaba sus ojos, retuvo su grito cuando el frío pegaba sus blancos labios, retuvo su ira cuando el blanco disfrazó sus formas. Pero ya no respira ese are impoluto.
Los jarrones de blancas flores se estrellan contra el suelo. La reina loca gira sobre sí misma en ese inmenso salón, grita, ardiente, derritiendo los diamantes que la aprisionan, arremete contra el frío que la rodea con fiereza animal descontrolada. Pero el seco frío la hiere, intenta encerrarla para siempre de nuevo en ese claroscuro de hielo.

Sus lágrimas al fin salen. Salen y gotean sobre el blanco suelo, rojas como las rosas primaverales que se esconden tras esas paredes. Rojas, rojas, y el rojo extiende su enfermedad, el rojo que al blanco marchita.

La reina ha dejado de bailar ese vals sin compás y observa el suelo, como el mármol quiebra ante el carmesí que fluye como una estrella viva en todas direcciones en cada gota que cae, en cada vírico beso que fluye de ella y mata con su calor. Una macabra sonrisa le atraviesa el rostro.
Ha tomado su afilada corona, un trozo de su torre de Rapunzel, el uso de la rueca de Aurora, la manzana envenenada de Blancanieves,  y lo empuña, su redención, con una determinación lejos de toda moral formal, de toda compostura sana, lo empuña desde la locura de su propia identidad.
Sus ojos se vuelven felinos, enormes, frenéticos mientras observan salir la sangre de sus muñecas, de su pecho que se atraviesa con violencia una y otra vez, tan ansiosa de hallar su bella esencia, dentro, más adentro…

De las paredes florecen grietas mientras  la sangre asciende por ellas impulsada por una mag ia oscura, sentida.  La melancólica tristeza es destruida por el ardiente deseo, por un beso de libertad.
Una hiena albina manchada de carmín, enferma en celo, ríe ahora sobre la carnicería mostrando su oscura alma, sus ensangrentados iris mirando al cielo que asoma por el quebrado techo. Y a su alrededor los escombros caen, las arañas de cristal se estrellan mientras el fuego se extiende por floreros y manteles…el carmesí baila ahora por las blancas ruinas con la reina, danza en oscuros delirios de espirales sanguinolentas,  mientras la inmensa casa de muñecas se destruye en truenos y decadente armonía…

Nuestra reina ha salido del tablero de ajedrez y su batalla blanca y roja antes de que las llamas lamieran sus rasgos, se ha adentrado lejos de los caminos amarillos.

Y siguiendo el degradado del encendido cielo del atardecer que se pierde tras las copas de los árboles  ha llegado hasta donde el sol besa el agua salada. Se ha mirado en su turbia superficie. Como el rojo que la ardiente esfera drena en el horizonte, rojo es su reflejo, roja su corona, roja la luz que desprende, la intensa luz del nacimiento del anochecer.

Roja, Roja, Reina Roja bajo las estrellas, que persigue la muerte del sol, camina desde la orilla hacia el abismo antes de desplomarse, antes de disolverse en la oscuridad de las profundidades, antes de que las mareas la arrastren hacia dentro, más y más adentro...

L.G




domingo, 7 de julio de 2013